El Teatro Nacional de la C.C.E. se desbordó el jueves 16 de julio con el alucinante ritmo del tambor japonés en un evento que llenó totalmente el teatro y que fue escenificado por dos tamboristas de ese país que actuaron junto a la OSNE.
La primera parte fue de los artistas invitados, Mikita Hase e Ichitaro, que hicieron una exhibición del tambor japonés en tres piezas cortas. Los dos ejecutaron simultáneamente un gran tambor en la primera obra, en la siguiente demostraron cómo el tambor puede capturar el ritmo del viento, desde un susurro hasta una tromba; en la tercera, un tamborista sentado en el piso y el otro de pie tocaron tambores de diferentes tamaños.
Después del intermedio la Sinfónica Nacional, conducida por la directora Tomomi Nishimoto, interpretó una de las grandes obras de la música universal, la apasionante Quinta sinfonía de Tchaikovsky, impregnada del tema de la fatalidad del destino.
En la parte final, Quito tuvo oportunidad de escuchar el Concierto para tambor y orquesta "Hitenryu" de Isao Matsushita, una obra que ha sido interpretada en festivales internacionales por grandes orquestas como la Filarmónica de Berlín. También fue tema para el delirio colectivo. Desde el filo de sus asientos los asistentes siguieron los impresionantes diálogos entre el tambor solista y la cuerdas y entre el tambor solista y el tutti orquestal.
De pie, más de 2.200 personas aplaudieron a los malabaristas del tambor, a la Sinfónica Nacional y a la directora Tomomi Nishimoto.