El concierto sinfónico realizado por la Orquesta Sinfónica Nacional el viernes 28 en la Casa de la Música tuvo una gran expresión sonora por encima del exigente lenguaje musical que debieron enfrentar los instrumentistas. A través de esta presentación, un público conformado en su mayoría por jóvenes, se involucró en un proceso de conocimiento y valoración de las nuevas formas musicales que la OSNE está impulsando para fomentar la cultura musical.
Dos obras breves, “Felipillo” de Diego Luzuriaga y “Arcaica” de Arturo Rodas abrieron un programa muy exigente para el director, los músicos y el público. En las dos partituras se advirtió un intenso trabajo de la percusión y de los vientos metales. En la primera obra, después de un largo solo de los timbales se escuchó una brusca entrada de las cuerdas y luego el redoble del tambor, simbolizando la entrada de los conquistadores al invadido Quito de los Shiris. Gran trabajo del grupo de percusión. Esta área, liderada por Pablo Valarezo, repitió su buena presentación en Arcaica, en donde se lucieron también los vientos metales, especialmente los trombones.
“Y ahora vamos por aquí”, difícil partitura de Mesías Maiguashca demandó intensa concentración de los músicos y mayor esfuerzo, aún, del público para entenderla. El octeto de flauta, clarinete, trompeta, trombón, violín, viola, violonchelo y contrabajo, integrado por algunos de los más destacados instrumentistas de la OSNE, complementado por una grabación magnética, hizo un gran trabajo que satisfizo al compositor, quien subió al escenario para aplaudir al director y a los instrumentistas.
“Apuntes con refrán” de Milton Estévez, obra para orquesta y electroacústica, estrenada por la OSNE hace 25 años, tuvo mayor calidad técnica y sonora que en su estreno. Milton Estévez también pasó al escenario para congratularse con el grupo instrumental.
La “Suite Ecuador” de Gerardo Guevara cerró el repertorio. Con un lenguaje mixto entre el academismo tradicional y el contemporáneo la obra fue percibida mejor que las obras anteriores por el público. El uso de la pentafonía permitió a la OSNE presentar una buena expresión sonora que gustó a los asistentes que identificaron fácilmente el melancólico Yaraví, que simbolizaba la angustia del indio sometido por los conquistadores, y el alegre Albazo, del tercer movimiento. Todos los instrumentistas, especialmente el arpa y el violonchelo solista hicieron un lucido trabajo.
El cuerpo musical de la OSNE y el director Jorge Oviedo evidenciaron ante el público su decisión de acometer con profesionalismo el reto de poner en el escenario partituras con un nuevo lenguaje musical, que también es parte importante de su trabajo artístico. La Sinfónica Nacional reiteró su compromiso de acrecentar el nuevo patrimonio musical académico del país hasta conseguir que las nuevas expresiones de la música contemporánea ocupen el espacio que les corresponde en el acervo cultural de la nación.
COMENTARIOS Y SUGERENCIAS DE LOS ASISTENTES AL CONCIERTO
- Margarita C.: “Muy hermoso y súper bien escogidas las composiciones del programa”
- Dora C.: “Muy lindo, una buena manera de promocionar la cultura bien de la ciudad”
- María R.: “Me gustó muy interesante disfrutar de este concierto sigan adelante y felicitaciones”
- Graciela S.: “Diferente”
- Víctor S.: “Muy bueno. Favor hacerlo más seguido”
- Edison G.: “Interesante”
- Mauricio A.: “Fantástico, son músicos y artistas excepcionales”
- Rocío F.: “Me gustó muchísimo, excelentes músicos y compositores”
- Alejandra R.: “ME gustó, pero tuvo una corta duración”
- Priscila R.: “Muy bueno pero me hubiera encantado que durará más tiempo”
- Isabel D.: “Es muy positivo que se den a conocer las obras de compositores ecuatorianos a las nuevas generaciones”
- Isauro P.: “Sobresaliente”
- Mario R.: “Extraordinario”
- Nashilul D.: “Me gustó pero estuvo muy corto”
- Anita L.: “Composiciones muy bien elaboradas”
- Yessenia C.: “Excelente, debe durar un poco más”
- Victoria Y.: “Muy buen concierto”
- Lorena C.: “Me gustaría escuchar más música ecuatoriana”
- Eugenio V.: “interesante, pero me voy por los autores clásicos e inmortales”