Las obras y los arreglos estuvieron dirigidos al lucimiento del solista. Y Simeó lo consiguió  iniciando su presentación con decisión desde el Allegro del “Concierto de Vivaldi”  con que abrió el repertorio. La Orquesta sola interpretó después “Serenata española” de I. Albéniz. Solista y orquesta ejecutaron luego  “Variaciones sobre el carnaval de Venezia” de J.V. Arban con que finalizó la primera parte.

Después  del intermedio el trompetista demostró su arte desde el reconocido “My way” de Revaux. En “Tributo a Harry  James” tuvieron destacada actuación la marimba y los metales de la OSNE. En “Fiesta de trompetistas” de L. Anderson, realizado por la orquesta sola, los trompetistas y  percusionistas de la OSNE hicieron un buen trabajo.

El solista español culminó el programa con el “Vuelo del abejorro”, la afamada partiturta de Rimsky-Kórsakov en la que desplegó técnica y virtuosismo. Los aplausos del público obligaron al trompetista y a la orquesta a presentar un bis: “La Virgen de la Macaranera” con la que se cerró una brillante presentación.